Fundada en 1947, la Organización Internacional de Normalización (ISO) es una entidad que se encarga de desarrollar estándares técnicos, industriales y comerciales en todo el mundo. ISO ha establecido estándares para miles de productos manufacturados y tecnológicos, así como cientos de normas de seguridad alimentaria, agricultura e, incluso, atención médica. El sello ISO es sinónimo de que un producto es seguro, fiable y de buena calidad. Los estándares de la organización sirven para salvaguardas a los consumidores de finales de productos de mala calidad que atentan tanto a sus intereses económicos como a su propia salud.
Durante las últimas décadas, la industria del sexo ha experimentado un boom sin precedentes en la demanda de juguetes sexuales. Actualmente, millones de personas anónimas adquieres estos artículos para mejorar su vida sexual. Pero también cientos de miles de trabajadores del sexo. Profesionales del sexo como los actores y actrices porno, así como las modelos de chats de sexo en vivo. Dado que la demanda es tan grande y variada, a finales del mes de octubre del pasado año ISO anuncio que llevaba tiempo trabajando en unos estándares de calidad para los juguetes sexuales. Pues bien, la nueva regulación acaba de ser presentada con el nombre de ISO 3533:2021.
Esta nueva norma obliga a las compañías especializadas en el desarrollo de juguetes eróticos a cumplir cientos estándares de diseño y de seguridad, principalmente, sobre materiales, seguridad e información para el consumidor. La regulación afecta a productos como los consoladores, los vibradores, los tapones anales, los succionadores o las bolas chinas. En definitiva, a una serie de artículos que se venden por millones cada año y, por ende, afectan a un numeroso grupo de personas. Desde gente corriente hasta las modelos de los chats de sexo en vivo o las estrellas del cine para adultos.
ISO es una organización benéfica que desarrolla y publica estándares de seguridad para la mayoría de las industrias. Los encargados de desarrollar la nueva norma ISO 3533:2021 aseguran que era necesaria tal regulación. Al fin y al cabo, los juguetes eróticos entran en contacto con los genitales y partes más sensibles del cuerpo, por lo que un fallo en ellos puede causar graves lesiones al usuario. A pesar de ello, hasta ahora no existía ninguna regla oficial que garantizase tanto la calidad de los productos como la seguridad de los consumidores. Además, durante el proyecto ISO ha colaborado con otras dos entidades similares como son el Instituto Alemán de Normalización y la Norma Europea, cuyos estándares –al igual que los de ISO- son valorados y respetados en todo el mundo.
La norma cubre a todos aquellos juguetes de placer destinados a entrar en contacto con la vagina, el pene o el ano. Es decir, a los productos de placer más populares entre el público, pero también entre las estrellas de las cams de sexo en directo. Como se dijo, cada producto debe pasar unos niveles mínimos de exigencia en cuanto al material en el que se ha fabricado, su mecánica, la seguridad general y la información al usuario. Por ejemplo; alguien puede pensar que es buena idea introducirse un juguete vaginal por el ano. En este caso, el fabricante debe informar al usuario de sí esto es seguro o no.
Lo cierto es que esta nueva regulación no aporta demasiados cambios en el desarrollo y fabricación de los artículos de placer. Al menos, para aquellos no se “pasan por el forro” la salud de sus clientes. Obviamente, las personas usuarias también tiene parte de responsabilidad. Ya se trata de un individuo anónimo o de una estrella de las cams de sexo en directo, todos están obligados a leer los manuales y las instrucciones que presentes los juguetes para su uso correcto. En caso contrario, de poco sirve que el fabricante cumpla la nueva norma ISO 3533:2021.
¿De quién fue la idea de esta regulación para productos sexuales?
El Instituto Sueco de Estándares está detrás de este proyecto desde el año 2019. Durante los últimos años, los médicos de varios hospitales de Suecia reportaron la llegada a sus clínicas de numerosos pacientes con lesiones y otras complicaciones provocadas por la deficiente seguridad de los juguetes sexuales. En los casos más extremos, los médicos tuvieron que recurrir a operaciones quirúrgicas para poder extraer los productos del cuerpo del paciente. El Instituto Sueco de Estándares se hizo eco de este problema y a comienzos de 2019 propuso la idea a la ISO.
Durante el desarrollo de la norma ISO 3533:2021 intervinieron especialistas y delegados de países como Suecia, Alemania, Italia, Países Bajos, Japón, reino Unido o Francia. Por norma general, el desarrollo de una nueva regulación ISO sobre cualquier producto lleva uno o dos años. Sin embargo, debido a la pandemia el proceso se alargó por más de tres años.