El sexo es algo muy personal. Cada uno de nosotros tenemos distintas preferencias sexuales, basadas en nuestras experiencias sexuales y en lo que más nos atrae físicamente. Hay personas que se sienten muy satisfechas con su vida sexual y no tienen reparo a la hora de practicar actividades poco convencionales como las que se incluyen dentro de la categoría fetichista. De la misma manera, otras más tímidas tienen mucha dificultad a la hora de hablar sobre lo que hacen durante sus relaciones sexuales. Personas a las que les cuesta muchísimo poner en práctica las cosas que más les satisfacen por miedo a ser juzgadas. Este último grupo de personas son a quienes se les achacan las inseguridades sexuales. Un contratiempo más presente de lo que solemos imaginar en la sociedad actual y que es uno de los principales responsables de la insatisfacción sexual. Pero, ¿cuál es el origen de la inseguridad sexual? ¿Cómo pueden hacer frente estas personas a este obstáculo? En este artículo, vamos a examinar las principales fuentes de la inseguridad sexual y lo que podemos hacer para remediar este problema.
1. Las redes sociales
Las redes sociales se han convertido en el principal medio de comunicación del planeta. A través de ellas interactuamos con nuestros seres queridos, con el resto del mundo, creamos grupos con intereses comunes, hacemos negocio y nos educamos. Respecto a la educación, dentro de lo que nos atañe, que es la sexual, no deberíamos jamás tomarnos al pie de la letra todo lo que vemos en las redes sociales. Las publicaciones que se ven a menudo en estas plataformas sobre sexualidad son la razón de porque muchas personas se sienten inseguras con su sexualidad. Estamos acostumbrados a que las redes sociales nos muestren cánones de belleza que se alejan mucho de la realidad. En Facebook, en Twitter o en Instagram, cada día se nos inunda con vídeos y fotografías de personas que no son reales, o bien su físico no se corresponde al de la mayoría.
Cuando vemos a un hombre o una mujer con un cuerpo perfecto en las redes sociales, el mensaje que se nos manda es que somos poco y menos, ya que nuestro físico no va en consonancia con el de esos individuos. Pero, debemos tener en cuenta que la mayoría de estos perfiles no son reales. Están retocados. Este tipo de mensajes a través de imágenes trucadas es uno de los principales detonantes de la depresión y la baja autoestima. Consumir contenidos de este tipo puede hacer que nos resulte más complicado aceptarnos tal y como somos o confiar en que a nuestra pareja le gustamos realmente cuando nos mira desnudos. Por lo tanto, no hay que tomar como ejemplo nunca los perfiles de las actrices XXX, las modelos de web cam porno o de las escorts. Estas imágenes han pasado por muchos filtros y han sido tomadas desde ángulos y puntos de luz ideales para quedar lo mejor posible.
2. Medios de comunicación
Medios de comunicación de masas, como es el caso de la televisión, llevan décadas influyendo en la visión de nosotros mismos y de los demás. Desde que la publicidad se instauró en la televisión, hemos podido ver cientos de miles de anuncios en los que se instaura un modelo de belleza masculina y femenina que no es propio de la mayoría de los mortales. Por ejemplo, recordemos los tradicionales anuncios de perfume, donde el hombre debe estar musculado y definido, mientras que la mujer tiene unas medidas perfectas y un rostro muy agraciado. Esta es una de las maneras en las que los medios de comunicación tradicionales llevan años influyendo en nuestra autoestima. Cuando nos comparamos con personas más atractivas que nosotros, estamos experimentando inseguridad sexual.
Asimismo, los medios de comunicación también han sabido cómo influir en nuestras preferencias sexuales. Algunos canales de televisión y prensa escrita proclaman incansablemente que la sexualidad es algo sucio y malo, cuando se hace fuera del matrimonio o de una manera no convencional. Esto también es una fuente de inseguridad sexual. Sin embargo, al igual que sucede con las redes sociales, tampoco debemos tomarnos al pie de la letra lo que nos dicen los medios de comunicación a cerca del sexo. Porque alguien tengan relaciones fuera del matrimonio, disfrute de su sexualidad en solitario (por ejemplo, en las web cam porno) o tenga ciertas preferencias sexuales, no quiere decir que esté haciendo algo malo.
3. Las estadísticas
Seguramente, hayáis oído que el hombre es incapaz de satisfacer del todo a una mujer porque solamente dura 2 minutos antes de eyacular. Puede que también porque es incapaz de mantener la erección después de la primera especulación. Pues bien, muchas veces estas estadísticas se emplearon para que los hombres se sientan inseguros con su rendimiento. De este modo, toda la industria relacionada con la insatisfacción sexual o la inseguridad sexual puede seguir haciendo negocio. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los hombres – sin incluir los preliminares- es capaz de mantener el coito entre 6 y 8 minutos antes de eyacular. Tiempo suficiente para que una mujer llego al orgasmo. Asimismo, hay hombres que eyaculan y su pene se mantiene erecto. Por tanto, pueden seguir como si nada, satisfacer del todo a su pareja. En consecuencia, no debemos tomar como ejemplo este tipo de estadísticas. Cada hombre es diferente al resto. Con la mujer pasaría exactamente igual, ya que, aunque no lo creamos, hay mujeres que alcanzan el orgasmo demasiado pronto.
4. Apariencia física
Recordemos que cada uno de nosotros somos únicos. No hay dos cuerpos iguales. Hay personas delgadas, corpulentas, altas, bajas... Debemos dejar atrás de una vez por todas atrás los cánones de belleza que nos tratan de inculcar como atractivos. Cada cuerpo es hermoso, tiene sus propias características que lo hacen bello. En este sentido, es de vital importancia dejar de compararse con los demás. Aunque pueda parecer algo complicado de hacer, debemos tener presente que compararnos con el cuerpo de otras personas es la principal fuente de inseguridad sexual, sobre todo, si lo hacemos con artistas del porno, escorts o modelos de web cam porno. Estas personas son profesionales del sexo y, por tanto, dedican gran parte de su vida a cuidar su aspecto físico. En lugar de preocuparnos por sí nos asemejamos a estas personas, deberíamos centrarnos en potenciar aquellas cualidades que nos hacen diferentes al resto. Cuando nos centramos en resaltar aquellas cosas que nos diferencian y cuando aprendemos a querernos tal y como somos, estamos superando nuestra inseguridad sexual. Usar ropa que favorezcan nuestra silueta, cuidar el aseo personal, mirarse al espejo todos los días y decirse “qué guapo/guapa soy”, es una buena manera de aprender a quererse a uno mismo y mejorar la autoestima.
5. Relaciones sentimentales pasadas
Por último, también cabe la posibilidad de desarrollar inseguridades sexuales tras un fracaso amoroso o una mala experiencia en el pasado. Muchas parejas acaban separándose por falta de satisfacción en sus relaciones sexuales. Esto conlleva que algunas personas desarrollen miedo a volver a emparejarse o tener relaciones sexuales esporádicas. Censan cosas como: ¿Y si no soy capaz de cumplir las expectativas de la otra persona? ¿De verdad soy capaz de satisfacer sexualmente a los demás? Este tipo de pensamiento puede hacer que alguien no quiera tener más relaciones sentimentales o sexuales, puesto que tiene miedo a ser juzgado o que se burlen de él. Tal vez su última relación de pareja acabo en infidelidad o traición por estos motivos. En este caso, es hora de dejar atrás esta parte de nuestras vidas y centrarse en construir otra mejor.
Como hemos visto, inseguridad sexual puede deberse a múltiples desencadenantes. Hay personas que padecen este problema porque toman como ejemplo las redes sociales y los medios de comunicación. Otras porque no dejan de compararse con los demás, algunas porque vivieron una mala experiencia en su pasado... Sin embargo, hay formulas que todos podemos poner en practica para superar este obstáculo. En primer lugar, nunca debemos tomar como guía los cánones de belleza que nos imponen las redes sociales o los medios de comunicación. Tampoco hay que compararse con los demás, especialmente, con artistas del cine XXX o modelos de web cam porno, ya que su apariencia física dista mucho de la realidad. Por último, es fundamental cuidarse física y mentalmente, aprender a aceptarse tal y como somos. Además, siempre podemos echar mano de ayuda profesional para superar las inseguridades sexuales y la falta de autoestima.