La ex actriz porno, que ahora se hace llamar Crystal Bassette, fue protagonista de al menos 100 películas de contenido erótico, con las que lograba ganar al mes hasta 30.000 dólares, los cuáles invertía en coches y casas de lujo.
Su vida en el mundo del cine para adultos comenzó a los 16 años, cuando se quedó embarazada y sin ningún apoyo de familiares y amigos. En ese momento decidió mudarse a Hollywood, concretamente a Carolina del Norte, su ciudad natal. Fue allí donde buscó trabajo como modelo y a su vez actuaba en clubes de streptease. Un productor de cine porno quedó impactado ante sus encantos y le ofreció una oportunidad para cambiar de vida, lo cual decidió no rechazar.
Al principio se le hacía muy difícil, ya que terminaba la mitad de los rodajes llorando, pero su necesidad fue mayor y decidió volver a intentarlo. Con más de 10 años de trabajo en el cine X, decidió abandonarlo y fue entonces cuando conoció a su actual marido, Dave Bassete, un pastor de la iglesia pentecostal que le enseñó una nueva vida de la quedó prendada.
A sus 33 años, casada y madre de dos hijos, se ha convertido en ministra de la iglesia de la que es pastor su marido en Nueva York. Este conocía su pasado en el mundo del sexo debido a que la hija y la hermana de ésta, asistían a su congregación, lo cual obvió queriendo conocer a la actriz por su persona, y no juzgarla por el trabajo que realizase.
A pesar de ser mucho más joven que ella, Dave tiene 23 años, le ha hecho enamorarse perdidamente y le ha dado a conocer la vida de la Iglesia, también provocado a raíz de un accidente de coche que sufrió en el pasado y por el que decidió que debía poner punto y final a la vida que estaba llevando hasta el momento.
La ex actriz porno ha declarado para algunos medios que “Dios le ha perdonado y no le importa como es el pasado de las personas” y anima al resto del mundo a conocer a Cristo.